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Salud

Terapia breve y personalizada, lo nuevo en Psicología

El modelo Cognitivo-Conductual se extiende en el país. Como una alternativa al Psicoanálisis y otras terapias, busca el cambio concreto y profundo de cada paciente en particular, en el corto plazo y de forma activa. Una especialista explicó a Infobae.com sus alcances y brindó algunos consejos para la vida cotidiana
La resolución de problemas a través a alguna de las ramas de la Psicología está extendida entre los argentinos. En general, se suelen volcar al Psicoanálisis por no conocer otras opciones; sin embargo, hoy existen una serie de procedimientos, basados en la noción de eficacia y parámetros de la investigación científica, que  apuntan a un mismo objetivo final: la recuperación del paciente.
Laura Galasso es especialista en este enfoque: la Psicología Cognitivo-Conductual.  Llegada en los 90 a la Argentina, esta terapia ofrece una alternativa de resolución breve y que implica la participación activa del paciente.
La experta dialogó con Infobae.com sobre los alcances de este método.
¿Qué es la Psicología Cognitivo-Conductual?
La Psicología es una disciplina que estudia el comportamiento y los procesos mentales científicamente. Son muchas las escuelas psicológicas, si bien en Buenos Aires todavía “Psicoanálisis y Psicología” son tomados erróneamente como sinónimos. El modelo “Cognitivo-Conductual” es una forma de intervención psicológica resolutiva, que se basa en investigaciones científicas  y en el estudio minucioso de cada caso. Tiene como objetivo el cambio concreto y profundo del paciente. En el siglo XXI se viene imponiendo la búsqueda de tratamientos específicos: no puede usarse el mismo para dos problemas distintos. Esta eficacia demostrada hace que los tiempos de terapia sean cortos, tengan pasos bien claros y objetivos pautados con el paciente desde la primera consulta. 
¿De qué tipo de casos o trastornos se encarga?
Pueden tratarse diagnósticos psiquiátricos, conflictos con las relaciones interpersonales o encrucijadas vitales donde se debe decidir, y muchas veces situaciones de crisis con la vida que se tiene (a veces llegando a ideas suicidas). Es muy amplio el espectro de las consultas clínicas. En general la gente sabe bien por qué sufre; si no, se establece en la evaluación. Pero en todos los casos, en atención a complejidad humana utilizamos herramientas de evaluación (como el BASIC ID de Lazarus) para ir más allá del malestar que se menciona y conocer el funcionamiento, las características de la persona; este tipo de evaluación profundiza en todas las áreas (desde el desempeño social a cuestiones biológicas). Es importante descartar o conocer si existen otros problemas asociados o no a lo que está generando sufrimiento. Hay trastornos donde mucho no podemos hacer, y esto es informado al consultante o a su familia (cuadros psicóticos por ejemplo).
¿En qué se diferencia del Psicoanálisis?
Las diferencias son muchas y nos remontarían a cuestiones epistemológicas. Desde 1885, inicios del Psicoanálisis, a hoy han surgido muchas corrientes que parten de la misma teoría de Freud y llegan a ser más de cien, todas llamadas psicoanalíticas y caracterizadas por no dar prioridad a la investigación que somete a prueba de eficacia la intervención pregonada. En cualquiera de sus variantes, además,  el Psicoanálisis utiliza un mismo modelo para todos los problemas.
Estas son diferencias cruciales en el abordaje. La terapia Cognitivo-Conductual, al estar basada en la investigación (una técnica eficaz para un problema), puede garantizar una “curación” en tiempos cortos. La brevedad de estas terapias reside en la eficacia. Lo que trae al paciente, los Cognitivo-Conductuales lo entendemos como algo concreto y tratable en forma directa, mientras que los colegas psicoanalistas lo asumen en forma indirecta durante tiempos indefinidos –que pueden ser décadas-.
De esto se desprende, entre muchas diferencias más, que el paciente debe notar cambios y “hacer” para el cambio, lo que ubica a la terapia Cognitivo-Conductual como un punto de encuentro entre un profesional y una persona que sufre, ambos activos y dispuestos a la modificación.
¿Hace cuánto que este tratamiento se aplica en el mundo? ¿Y en la Argentina?
Los antecedentes de su aplicación inicial se sitúan a mediados del siglo pasado. Allí se empieza a dar énfasis a terapias específicas, con eficacia demostrada, y breves. Las investigaciones fueron vastas y siempre bajo lo que se dio en llamar las “teorías del aprendizaje”, salvo las terapias cognitivas. Estos estudios fueron de la mano de  autores como Joseph Wolpe 1958, Eysenck 1952, Loovas, Skinner, Aaron  Beck y Albert Ellis en el exterior. Por entonces aparecen JABA y JEAB, instrumentos de difusión aún vigentes. Entre los 60-70 se da un período en distintos lugares del mundo de gran producción teórica y aplicación clínica. Y ya en 1993 se establecen criterios específicos, metodológicos,  para estudiar la eficacia de las intervenciones clínicas. En la Argentina podemos situarnos en la década de los 90 como inicio de su expansión, pero es en el nuevo siglo donde empieza aparecer hasta como “moda” más allá del interés de divulgativo de los  profesionales.
¿Está extendida su aplicación en el país o aún se la considera una terapia “nueva”?
Somos pocos, concentrados en Capital Federal en nuestra mayoría;  lo que constituye un problema porque generalmente quienes están en el Interior terminan teniendo como opción la terapia online. No obstante, sí tenemos historia en la Argentina. Las primeras asociaciones se remontan a los años 70, otras surgen en los 80, haciendo que en algunas provincias existan  referentes, pocos pero importantes en la historia de la Psicología Científica local. Incluso situando los 90 como momento de desarrollo aquí en Buenos Aires, no está suficientemente expandida en el país. Cuenta una de las pioneras en la docencia e investigación, la Dra. Mustaca, que es en 1991 cuando empezó a trabajar sola en un laboratorio que actualmente es codiciado por los estudiantes. En la misma década el Dr. E. Keegan inauguraba el Posgrado de Formación Cognitiva en la UBA. Tanto él como Mustaca ya por entonces eran docentes en la universidad que iban a “contramano” de la hegemonía psicoanalítica. Desde 2000 se observa una gran proliferación de estudiantes interesados y pacientes que buscan alternativas a los tratamientos de tiempo indefinido, lo que podría pautar que esté empezando a dejar de ser una novedad próximamente. Es pertinente aclarar que las inmunerables “terapias breves” que hoy aparecen en escena no son necesariamente Cognitivo-Conductuales.
La Nueva Psicología: Breve y Eficaz
La licenciada Galasso acaba de publicar su último libro sobre esta rama de la Psicología. Bajo el título La Nueva Psicología: Breve y Eficaz, intenta acercar este tratamiento “a personas que no saben nada de psicología o bien a quienes se han formado en otros modelos”.
“Es un trabajo de difusión que obvia academicismos sin por esto resignar parámetros generales del modelo. Se describen las características del tratamiento Cognitivo-Conductual y sus etapas, la articulación con la ciencia, la ética y especialidades médicas. Luego se puntualiza en el abordaje de problemas específicos (ansiedad, comunicación, toma de decisiones, etcétera) dando cuenta de las técnicas consideradas eficaces para cada uno. Brevemente se expresan conflictos que conviene  prevenir y suelen subestimarse, como el estrés y las situaciones de malestar laboral”, explicó la especialista.
Agregó que “el libro termina con respuestas puntuales a prejuicios-mitos que pululan sobre estas terapias”.
En ese sentido, Galasso aclaró que “para pensar un problema, por ejemplo, se dan algunas herramientas de reflexión o argumentación que usamos en terapia. Pero no es un libro de autoayuda. Sería indeseable por ejemplo que traten de aplicar por sí mismos las técnicas citadas, están resumidas y se desconoce el resultado de su autoadministración. Pero en lo cotidiano, por ejemplo en las relaciones, el lector puede aclararse ‘dónde está parado’”. 
Para la experta, la aplicación útil puede estar en conocer cómo elegir un profesional de la salud y qué tener en cuenta, y en informarse también qué está ocurriendo con la Psicología en la actualidad.
“Otra cuestión importante es tener otra visión de los problemas que no remonte necesariamente al pasado de la persona o a la noción de ‘inconsciente’: muchísimos conflictos pueden resolverse sin ir al pasado o pensar de modo especulativo”, añadió.
Galasso finalizó: “En general, los contenidos resultan de preguntas recurrentes de pacientes y jóvenes estudiantes, y colegas que se acercan a supervisar y motivos de consulta frecuentes de poco o mucho alcance mediático y/o académico”.
Algunos consejos prácticos para que el lector aplique en su vida
- Muchos autores alertan sobre la inconveniencia  de confesar infidelidades.
- Atención con los “debería”: resulta positivo ponerse metas alcanzables y tener un pensamiento flexible ante las obligaciones (“hoy podré hacer esto y esto” es muy distinto que tener la noción de deber hasta última hora del día “taladrando” la cabeza “y  hoy debí hacer esto, y debí…”).
- Los nutrientes que el cuerpo recibe y el buen descanso determinan también nuestro estado anímico, no hay que descuidarlos.
- Para evitar discusiones y lograr acuerdos: resulta fundamental criticar comportamientos y no a la persona que los hace pidiéndole un cambio (“me gustaría que no grites cuando algo te molesta” en vez de “qué bestia, de nuevo gritando como un animal”).
- Es importante también para la salud física que la gente organice su tiempo de manera tal que haya espacio para el ocio, la recreación. No es “imposible” planificarse para ello.
- Hace a la buena autoestima defender derechos, persistir cuando los deseos no se alcanzan, saber decir que no, y pedir y aceptar ayuda.
Por Barbara Roesler  
(Fuente infobae.com/saludable)