La fractura de la CGT: Moyano habló de “repensar el voto” y de la inseguridad
Fue luego de ser reelecto al frente de una central sindical sin muchos gremios grandes. Dijo que la inflación “es insostenible” y llamó a replantear el apoyo al kirchnerismo en las elecciones de 2013.
13/07/12
Acababa de ser reelecto como secretario general de la CGT y Hugo Moyano caminaba rodeado de guardaespaldas hacia el acto en la cancha de Ferro Carril Oeste. Dos pasos atrás lo seguía un aliado histórico, un sindicalista que integra el núcleo duro del camionero. “¿Moyano va a anunciar alguna medida de fuerza en su discurso?”, lo consultó
Clarín . “No lo sé”, se sinceró el dirigente.
Con un perfil cada vez más personalista y contra los deseos del Gobierno, el camionero consiguió ayer un nuevo mandato como jefe de una central sindical que no es ni la sombra de lo que era: muchos gremios importantes desconocieron esta elección y llamaron a otra, con lo que pronto habrá dos CGT.
La central de Moyano será claramente opositora . Lo dijo ayer el camionero con todas las letras en su discurso:
habló de la inseguridad, de la inflación y de repensar el voto . “Que el Gobierno no se olvide que ese 54% de los votos que exhiben permanentemente la Presidenta y sus funcionarios mucho es de ustedes, los trabajadores”. Y siguió con una advertencia. “Si no hay respuesta en 2013,
vamos a repensar nuestro voto y vamos a ver si sin el apoyo de los trabajadores en las urnas, ese 54% no se reduce ”. Desde las tribunas se chifló bastante a la Presidenta.
Al haber sido anulado por el Ministerio de Trabajo a pedido de los rivales de Moyano en la interna cegetista, en el congreso no hubo veedores oficiales. La fiscalización corrió por cuenta de tres escribanos contratados por la CGT.
Ayer,
según los números del camionero, había en el padrón 1.651 congresales en condiciones de participar del congreso. De éstos, se presentaron 901 y se tuvo quórum.
Una de las primeras medidas que se tomó fue aprobar la incorporación a la central de 45 sindicatos nuevos que sumaron más congresales. Así, el padrón pasó a tener 1.851 congresales, De ese total, 1.013 se acreditaron para participar de la elección, siempre
según los números del moyanismo.
Aunque hubo lista única, los congresales pasaron por cuartos oscuros y sufragaron en alguna de las 17 urnas distribuidas en el micro estadio cubierto de Ferro. La lista Azul obtuvo 1.009 votos, hubo un voto en blanco y dos nulos. Alguien no votó.
Previsiblemente, el antimoyanismo apuntó ayer contra el congreso. Acusaron de ilegal que hayan votado los delegados de gremios que acaban de adherir a la CGT. También objetaron que el secretario adjunto de Moyano sea el petrolero patagónico Guillermo Pereyra. “No puede porque es de un gremio que acaba de incorporarse a la CGT”, apuntaron.
Pero Gustavo Ciampa, asesor legal de la CGT, rechazó ambos cuestionamientos: “El estatuto no exige antigüedad para ocupar un cargo ni impide que los congresales de los gremios que se incorporan puedan votar”. Otro de los abogados que supervisó la parte legal fue Héctor Recalde.
El diputado se fue del congreso apenas terminó la votación y no participó del acto.
Aunque ya casi no consulta a nadie a la hora de tomar decisiones, en lo simbólico el camionero se muestra abierto: además de él, en el acto hubo otro tres oradores: Pereyra, el bancario Sergio Palazzo y el jefe de los peones rurales Gerónimo “Momo” Venegas.
El cierre quedó para Moyano. Aunque las había, desde el escenario costaba encontrar alguna otra bandera que no fuera de Camioneros. Campera de cuero negra, camisa blanca, se acercó al micrófono y hizo la “V” de la victoria con las dos manos.
Aunque fue un discurso menos fuerte que anteriores , varias veces castigó al Gobierno. Lo acusó de haber “apretado” a otros gremios para que no participarán del congreso y de no atender los reclamos para que se modifique el impuesto a las Ganancias.
“Es insostenible ya el tema de la inflación”, atacó. También planteó que los trabajadores están viviendo “una inseguridad que ya ha atemorizado de tal forma a la sociedad que tratan por todos los medios de encontrar una solución que el Estado no les da”.
A las casi 15.000 personas que participaron del acto les planteó: “No podemos votar a quien desprecie a los trabajadores, a quienes nos nieguen”.
Se esperaba que llamara a alguna protesta, pero no lo hizo.
“Vamos a intensificar el reclamo desde el punto de vista gremial, pero
no vamos a hacer ninguna locura” , afirmó. La semana que viene será la primera reunión del nuevo Consejo Directivo.
Recién ahí se verá si arranca su nuevo mandato con lo que él denominó “locura”.(clarin)