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A 25 AÑOS DE SU PARTIDA RECORDAMOS Y HOMENAJEAMOS A NUESTRA SANTA MADRE MARIA TERESA DE CALCUTA

Hace 25 años moría la santa fundadora de las Misioneras de la Caridad, monja católica cuya labor humanitaria se extendió por 122 países.

La Santa Madre Teresa de Calcuta, cuyo nombre era Anjëzë Gonxhe Bojaxhiu, murió pocos días después de su 87º cumpleaños en la India. El hecho ocurrió el 5 de septiembre de 1997 de un paro cardíaco y dejó al mundo emocionado, con cinco mil hermanas de la congregación de las Misioneras de la Caridad, cuya congregación ella fundó, y cuatrocientos conventos activos al servicio de los más pobres, en todos los continentes.

En 1979 había sido galardonada con el Premio Nobel de la Paz, luego fue proclamada beata por san Juan Pablo II en el 2003 y finalmente canonizada por el Santo Padre Francisco el 4 de septiembre del 2016.

A los 12 años ya había descubierto su vocación de monja y con tan solo 18 años decidió convertirse en misionera. Cuando llegó al convento de Loreto en la ciudad de Darjeeling, en el noroeste de la India cerca de las montañas del Himalaya, empezó su noviciado e hizo sus votos de pobreza, castidad y obediencia. Cerca del convento, en la Escuela Santa Teresa empezó a dedicarse a la docencia al mismo tiempo que aprendía la lengua bengalí. Y también fue allí, cuando en mayo de 1924 adoptó el nombre de Teresa, en honor a Thérèse de Lisieux, santa patrona de las misiones.

El descubrimiento de la vocación

Su primera estancia en Calcuta data de 1929 para dedicarse a la enseñanza de geografía en un secundario de mujeres. Por esos tiempos, sus calles estaban plagadas de dolor y abandono: leprosos, mendigos y más enfermos morían solos.

Pero en realidad su verdadera vocación era ser misionera y su objetivo “cuidar a los más pobres entre los pobres”. Así fue como pidió autorización para abandonar su posición para irse a trabajar a Calcuta, donde fundó la congregación Misioneras de la Caridad, a la que se unieron algunas de sus ex alumnas. Enfundada en un sari de la India, comenzó a ocuparse de aquellos que “no son queridos, ni amados, los descuidados”. Desde entonces, se transformó en la madre de los más humildes.

Era una monja católica que vivía en una nación cuyas principales religiones son el hinduismo y el islam, con solo un 2% de cristianos. Ayudaba a todos, independientemente de su credo.

Su labor que fue reconocido en 1950 por el arzobispo de Calcuta y en 1965 por Pablo VI, tomó difusión en todo el mundo, mostrándole el camino a seguir a muchos que abrieron casas como la suya en África, América latina y en países comunistas. El papa Juan Pablo Segundo que le hizo una visita en su casa de Calcuta, quiso que la congregación tuviese una estructura en el Vaticano, el Don de María.

Novel de la Paz y Santa

El 17 octubre de 1979 su labor humanitaria fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz. Cuando murió en 1997, a los 87 años de un paro cardíaco, su congregación había superado los 4 mil miembros repartidos en 600 casas a lo largo de 122 países. A 19 años de su muerte fue convertida en Santa, tras un veloz proceso de canonización. Había sido proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en otra ceremonia multitudinaria en el Vaticano.