El gigante tecnológico Netflix empezó a aplicar a partir de esta semana en la Argentina y otros cuatro países de América Latina la modalidad “agregar una casa”, por la cual se empezará a cobrar recargos a quienes compartan su suscripción con otras personas que no conviven con ellos.
De esta forma, la plataforma busca eliminar las cuentas comunitarias, que son aquellas en las que se comparte un usuario y contraseña entre varias personas. Esta fue una consecuencia directa de la fuerte baja en la cantidad de suscriptores que, por primera vez en su historia, sufrió este año la plataforma ante la aparición de nuevas alternativas para ver series y películas por streaming.
Según los términos y condiciones del contrato de las suscripciones a la plataforma, esa modalidad ya no estaba permitida, pero Netflix lo dejaba pasar en un intento por sumar adeptos. Sin embargo, ahora ha decidido ajustar los contratos.
Igualmente, los usuarios podrán seguir viendo contenidos en la plataforma aunque no lo hagan desde su domicilio. Si se van de viaje, todavía tendrán la posibilidad de acceder a su cuenta a través de una tablet, una laptop o un dispositivo móvil.