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BALACERA POR EL ROBO DE UN CELULAR EN BERNAL

Ocurrió en las primeras horas del día, cuando el muchacho iba caminando por General Alvarez al 1.300. Pensó que podría huir y no se lo perdonaron.

Una pareja de motochorros interceptó y disparó en una pierna a un joven que se dirigía a su trabajo en Bernal y que intentó oponer una leve resistencia y salir corriendo luego de que le arrebataran el celular.

Por el hecho aún no hay detenidos, mientras que la víctima permanece bajo observación médica en un nosocomio local y más de 30 vecinos salieron a las calles a protestar y a pedir que haya mayor presencia policial por la mañana en las calles aledañas a las paradas del colectivo.

Tras el brutal crimen del jubilado de 71 años en manos de un adolescente, otro estremecedor caso sacude a la comunidad.

En esta ocasión, poco más de horas después, un trabajador sufrió las consecuencias de querer escapar de las garras de los malvivientes, que no perdonan aunque el ilícito ya esté cometido.

A pesar de la profunda herida, se podría decir que la sacó barata, ya que la bala ingresó en un lugar complejo de la pierna y, así y todo, está fuera de peligro.

Ocurrió en las primeras horas del día, cuando el muchacho iba caminando por General Alvarez al 1300 entre Chaco y Los Andes. Estaba marchando a la parada del Metrobus, cuando de repente escuchó que una moto empezó a detenerse a sus espaldas.

El miedo creció rápidamente y, al darse vuelta, confirmó las sospechas sobre estos sujetos. Lamentablemente, pensó que podría huir y no se lo perdonaron.

La víctima quiso correr, pero en ese momento uno de los ladrones se bajó del vehículo portando una pistola y se acercó para arrebatarle sus pertenencias. A pesar de que no le sacó la mochila y solo pudo obtener su celular, le disparó en su pierna derecha por arriba de la rodilla. Tras eso, se fugaron rápidamente.

Los gritos del joven despertaron a los vecinos, que salieron a socorrerlo y se encargaron de llamar a la ambulancia y a la policía. De hecho, una mujer que vive enfrente salió a la terraza ni bien escuchó los primeros gritos y filmó todo el robo con su celular.

Finalmente, un móvil del SAME se hizo presente y llevó a la víctima a un nosocomio local para que le practiquen las respectivas curaciones.

Allí lo dejaron en observación, internado en una sala, pero no fue necesaria una intervención de mayores riesgos. Sin embargo, advirtieron que todo podría haber sido peor en caso de que la bala hubiese rozado una arteria.