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Cine:Conan: la batalla comienza Hoy se estrena “Conan: el bárbaro”

Conan: la batalla comienza

Para todos los de treinta y pico que en los ‘80 tuvieron su primera videocasetera, la original Conan: el bárbaro es inolvidable. Dirigida por John Milius, un segunda línea de la generación de Steven Spielberg y George Lucas, esa versión fílmica del personaje de Robert E. Howard no ahorraba brutalidades para contar la historia del joven bárbaro que crece para vengar la muerte de sus padres en una era ficticia y fantástica repleta de guerreros y de magia.
El protagonista era Arnold Schwarzenegger, un ex fisicoculturista que la venía remando como actor hacía rato.
Conan fue un éxito de público y el envión final para la carrera de Schwarzenegger, que después protagonizó la secuela ( Conan: el destructor ) y después de eso hizo de robot asesino en Terminator .
Conan: el bárbaro era una película clase B y Arnold revoleando una espada gigantesca pertenecía al mundo del VHS. La idea de una remake parecía innecesaria y, para algunos, sacrílega. Pero en esta época en la que abundan las sagas y las remakes, Conan también cayó en la volteada. El resultado, sin embargo, es sorprendentemente positivo: una película sin pretensiones, consciente de su espíritu clase B, con grandes personajes secundarios, buen ritmo, algo de sexo y mucha violencia.
El guión es distinto de aquél de John Milius -que era una reescritura, a su vez, de uno de Oliver Stone- y sólo se mantiene la historia de la venganza. Los villanos son Khalar Zym y su hija Marique, una hechicera, que matan al padre de Conan para recuperar una parte de la Máscara de Aqueronte y así revivir a su esposa muerta. Conan queda solo y, veinte años después, se transforma en un pirata que busca vengar la muerte de su padre.
Hay tres grandes actores secundarios en esos roles: Stephen Lang -el malo de Avatar - es Khalar Zym; la pálida Rose McGowan es su hija Marique, con quien se sugiere que tiene una relación incestuosa; y Ron Perlman es el protagonista de todo el prólogo de la película interpretando a Corin, el padre de Conan.
Pero esta vez el actor que interpreta a Conan no es un ex fisicoculturista sino un ex modelo. Jason Momoa es conocido por interpretar al guerrero dothraki Khal Drogo en la primera temporada de la serie Game of Thrones , de HBO, pero mientras que Drogo era un salvaje tosco y brutal -y por eso dio que hablar-, Conan parece un surfer perdido en los bosques de Cimmeria con el pelo largo encremado al mejor estilo Daniel Agostini.
Quizá por eso no sorprenda tampoco ver que las esclavas de la Era Hiboria portan implantes de siliconas, ni tampoco resulte rara la irrisoria escena de sexo entre Conan y Tamara (Rachel Nichols), digna de las películas pornosoft que pasan en el cable a la madrugada.
Pero Marcus Nispel es “especialista en remakes”, dirigió el reinicio de la saga Martes 13 y también la nueva versión de La masacre de Texas , es lógico que no se tome en serio, y esos defectos acentúan el tono clase B de la película. Después de todo, la original estaba protagonizada por un Schwarzenegger inexpresivo que no podía siquiera pronunciar bien el inglés. (clarin)