Cuando comenzó su circulación en la calle, año 2017, el papel moneda de mayor valor en el país equivalía a 51,87 dólares, mientras que a finales del año pasado se podían comprar 2,86 dólares.
Un estudio demostró que, en comparación con el dólar, el billete de $ 1.000 (el de mayor denominación de circulación nacional) perdió desde su nacimiento el 94% de su valor, es decir, nació valiendo US$ 51,87 en diciembre de 2017 y hacia finales de 2022 apenas valía US$ 2,86.
El trabajo de la consultora Focus Market evaluó lo que ha sucedido con la moneda argentina en los últimos años, en comparación al dólar norteamericano y otras monedas en países de América Latina.
Desde su nacimiento en 2017 el billete de $1000 viene perdiendo poder adquisitivo. "Una pérdida de su valor en un 94% en tan solo 60 meses de su creación", indicó.
La circulación
De acuerdo a los datos del Banco Central y la Casa de la Moneda, el billete de mil pesos es el de mayor circulación en el país: de los 3086,5 millones de billetes de $1000 pesos que hay en las calles (circulan en total 8064.6 millones de billetes), más del 45% se puso en circulación en 2022 .
"Hasta ahora no se lanzó el nuevo billete de $10.000 prometido con la imagen del General San Martín. Sin embargo hay un proyecto de un nuevo billete de $5.000, pero ocurre que esta denominación es insuficiente para equipar el valor que tenía el billete de $1.000 a su nacimiento hace 5 años, para lo cual el nuevo billete debería ser de $10.000", señaló Damián Di Pace.
Según la visión del economista, "la inflación deteriora el esfuerzo de los argentinos, el valor de su producción y empleo, sus niveles de ahorro en su propia moneda y desincentiva la superación personal ya que su retribución será cada vez menor en relación al esfuerzo y la toma de riesgo efectuada".
Para explicitar el deterioro que vive la moneda nacional, el trabajo señaló que de acuerdo al Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que mide el Banco Central la inflación para el 2023 será de 98,4%, lo que quiere decir que en diciembre de este año el billete de $1000 equivaldría a US$ 1,39, es decir que habría perdido un 70% de su poder adquisitivo.
"El retraso en cambiar la nominalidad del billete de $ 1000 por uno mayor está trayendo serios inconvientes", advirtió Di Pace que precisó que para diciembre de 2022 el 38 % de los billetes de circulación en nuestro país eran de $1.000, convirtiéndose en el de mayor circulación.
En este sentido Di Pace explicó que los cajeros automáticos deben reponerse 2 o 3 veces por día, los caudales están saturados y el costo de almacenamiento en los bancos esta subiendo. "Por su parte, han crecido el uso de máquinas personales y comerciales contadoras de billetes en un momento donde hay caída de demanda del peso argentino en nuestro país", dijo el economista.
En el mismo período desde que se creó el billete de $1.000 el billete de US$ 100 perdió un 16% de su poder adquisitivo. "Es decir que si un argentino hubiese elegido a esta moneda como refugio de valor de igual manera las cuestiones inflacionarias hubiese afectado al valor de sus ingresos pero mucho menos en términos comparativos y por eso el dólar es elegido como reserva de valor frente al peso argentino", señaló.
La suba de precios en EEUU se viene gestando a partir de la crisis sanitaria del 2020, mostrando así un 2022 con el peor nivel de inflación en 40 años (se registró un pico en junio 2022 con un IPC anual de 9.1%).
"En el año 2022 la escalada de precios deterioró variables como salarios y la oferta de bienes/servicios y a su vez el poder adquisitivo de la moneda. A este ritmo inflacionario a diciembre de 2023 el billete de $1000 encontraría una nueva conversión en casi US$ 1, cuando hace 31 años la convertibilidad había sido inaugurada en $ 1 convertible por 1 dólar", destacó Di Pace.
Finalmente, el trabajo comparó al peso argentino con otras monedas de la región, como los 100 pesos uruguayos (US$ 1= 39.91 pesos uruguayos) o los 100 bolivianos (US$ 1 = 6.92 bolivianos).
En este sentido, señaló que desde el 2017 al 2022 el valor del billete de 100 pesos uruguayos cayó en un 33,4%, mientras que los 100 pesos bolivianos se devaluaron alrededor de un 8,58%.