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El reggae de las baladas totales

El Luna Park estaba repleto. Chorreaba gente de las plateas y en el campo había un promedio de dos, tres, cuatro parejas besándose cada diez metros. A las 21.20 bajaron las luces y los del campo se fueron para adelante en ese momento mágico que sucede antes de que empiece todo recital. Los músicos empezaron a tocar los acordes de Árbol sin hojas y Mariano “Dread Mar I” Castro, salió al escenario corriendo y dando saltitos, cantó sólo el primer verso porque después siguió el público. Él mismo no lo podía creer.
En total, tocó 39 canciones en un show muy prolijo que duró dos horas y media. Nada parecía haberse salido del libreto. Mariano bailaba moviendo los hombros y la cadera, daba saltos, se adelantaba con el cuerpo al sonido de las trompetas como si la música proviniera de la dirección de sus manos, hermoso, espiritual. Como para poner su carita en un santuario.
Tenía puesta una casaca y un pantalón estilo camuflado Afganistán y las rastas enfundadas en un gorro. El público enloqueció con Hablan mientras en la pantalla de fondo se proyectaban imágenes de Bush, Clinton, Hitler, Larry King y Tognetti. ¡Qué mescolanza! Las chicas se sabían todas las letras. Algunas tenían remeras con los colores de la bandera de Jamaica y otras, con anteojos de licenciada, agitaban el chal de gasa con estampado de leopardo en una mano mientras que con la otra filmaban a su ídolo con la Blackberry. Los varones, simples, de barrio, trataban de imitar los pasos del guerrero. Pocas rastas y poco macramé. En el medio del reggae-placebo de Dread Mar I, Mariano cantó con voz de baladista los temas melódicos Mi amor , Así fue , Más allá de tus ojos , En vano , Migajas , Salvame y por supuesto, Tu sin mí , que lo ponían más cerca de un cantante pop latino apasionado de los noventa, que del viejo Marley. En esos momentos las chicas se subían a los hombros de sus novios.
La banda (tres vientos, una batería, una guitarra, un bajo, dos teclados) ocupaba claramente un segundo plano, y no hacía más que acompañar musicalmente y resaltar la figura de Dread Mar I. El, si no corría de un lado a otro, cantaba en una parte del escenario que se extendía sobre el campo, solo, una cualidad que suele resaltar como positiva en una época donde el personalismo está muy de moda. Recién al finalizar el show se animó a hablar y dijo: “Para mí es una noche inolvidable. Si uno se esfuerza, lo logra, ¿me entienden? No hay que pedirle al otro, uno tiene que conseguir uno, ahí está el secreto, amarse a uno mismo”. Ya en ese momento se había sacado el gorro y develado rastas que le pasan la cintura. “Bueno, ¿me quieren decir un poco cómo la están pasando? Saben que me cuesta hablarles cara a cara. Quiero agradecerles por pagar la entrada, por viajar, sabemos lo que es viajar para ver a alguien, todos lo hemos hecho... Gracias por el amor, en serio”.
Daiana, que sigue a Dread Mar I desde Mensajeros Reggae “por lo que transmite con su mirada”, cantó, bailó y se fue, como cada noche que lo va a ver, con los primeros versos del último tema de la noche, Inspiración , tatuado en su espalda, que dice “Vive hoy, vive bien, vive siempre”. No hubo bis.
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Quiénes
Mariano Castro, alias Dread Mar I, nació en Lanús Oeste. *Declaró que las rastas le empezaron a crecer solas porque Dios lo quiso así, y se hizo rastafari.
*Fue corista de Los Cafres y vocalista en Los mensajeros del reggae. Discos: “Jah Guía” (2005), “Hermanos” (2006), “Amor- Es “ (2008), “Vivir en Do” (2010) y “Tranquilo” (2011). *Es el único solista independiente que logró llenar un Luna Park desde Callejeros hasta ahora. (fuente clarin.com)