El juez Ariel Lijo dispuso el procesamiento de 19 imputados por los delitos de asociación ilícita destinada a cometer delitos, y trata de personas con fines de explotación sexual, en el marco de la causa en la que se investiga a la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), que operaba en el barrio porteño de Villa Crespo, consignaron fuentes judiciales.
jefe de una asociación ilícita, trata de personas con fines de explotación sexual, lavado de dinero y contrabando agravado.
El hombre supera la edad de 70 años, por lo que pidió acceder a la domiciliaria, la cual le fue otorgada la semana pasada. Según la acusación la organización funcionaba al menos desde 2004 aunque se sabe lo hacía mucho antes, y son múltiples los delitos investigados.
La denuncia ante Lijo la hizo un sobreviviente quien dijo que su familia fue víctima de la secta, y desde entonces declararon varios testigos de identidad reservada sumada a horas de escuchas telefónicas sobre los acusados.
También el juez procesó con preventiva a Susana Barneix, Marcela Sorkin, Susana Mendelievich, Gustavo Rena, Mario Leonardo, Georgina Hirschfeld, Marcela Arguello, Carlos Barragan, Mariano Kirawickz, Luis Romero, Alicia Arata, Horacio Vesce, y Federico Sisrro.
Asimismo, fueron procesados aunque se los liberará los acusados María del Carmen Giorgi, Gustavo Trepat, Daniel Aguilar, Silvia Herrero, y Ruth London; en tanto, fue beneficiado con una falta de mérito Jorge Novas.
Todos los acusados fueron imputados por obligar a las "alumnas" la cual se calcula a un nutrido grupo (en total eran 179 sumado los hombres) a ser explotadas sexualmente, asimismo también a quienes no cumplían con las órdenes dadas se les daba "curas de sueño", esto era cocktails de alcohol y drogas que le provocaban un sueño de varios días.
También se sospecha que la organización tiene conexiones con los Estados Unidos y Uruguay. Incluso, hay algunos pedidos de captura pendientes hechos por la Justicia.
"Como se ha visto se trata de diversas conductas que se enmarcan en una estructura destinada a explotar sexualmente a personas y a extraer medicamentos ilícitamente del territorio nacional, cuyas ganancias dinerarias serían posteriormente dotadas de apariencia lícita.Por otro lado, las características de estabilidad, de organización estructural y de división de roles de sus integrantes también se ha reunido", indicó el juez Lijo en su fallo.