Guillermo, que se despidió hoy como jugador profesional tras 20 años y no disimuló su enojo con los dirigentes de Gimnasia; "Cuando las cosas se hacen mal año tras año pasa esto", dijo el Melli
Se despidió en el club que lo vio nacer. Volvió de Estados Unidos para darle una mano a su querido Gimnasia Esgrima y La Plata. Guillermo Barros Schelotto, de 37 años, le regaló al Lobo lo último que le quedaba. Por eso, su bronca final. Por eso, sus lágrimas contenidas, mezcla de furia y desolación por el descenso consumido."Espero que hoy enterremos a todos los que nos hicieron esto", lanzó Guillermo apenas finalizado el encuentro, con la vista fija en las tribunas. "Cuando las cosas se hacen mal año tras año pasa esto", añadió Barros Schelotto. También reconoció el aliento del público triplero: "La gente es un ejemplo", quien le respondió con una ovación.
Se extrañará su picardía dentro del campo de juego y hasta su díscolo caracter. Fiel a su personalidad, en conferencia de prensa, prefirió mirar para adelante: "Es fácil criticar a los dirigentes de los últimos 14 años. Pero el año que viene tenemos que estar festejando el ascenso. El desafío es volver dentro de un año", dijo.
El Melli Guillermo, hermano de Gustavo, debutó hace 20 años ante Independiente. Difícilmente se habrá imaginado que tras su retiro acumularía ni más ni menos que 17 títulos. Con Gimnasia ganó la primera (Copa Centenario, 1993), y con Boca consiguió sus mayores logros, entre ellos, cuatro Copas Libertadores, dos Intercontinentales, dos Sudamericanas y seis títulos locales.
Llegó al club de la Ribera en 1997 y formó una dupla histórica con un viejo rival que ahora lo despide como un amigo: Martín Palermo, ex Estudiantes. Luego de 10 años en el equipo xeneize, decidió emigrar al Columbus Crew, de Estados Unidos, donde cosechó una Major League Soccer. Fue MVP en una oportunidad y el mismísimo Barack Obama lo felicitó en la Casa Blanca. (canchallena)