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Viaje a la locura

Viaje a la locura

Enterados de la derrota de Lanús, los simpatizantes del Fortín coparon su estadio para la celebración más esperada; con la llegada del plantel, la noche de Liniers se vistió una vez más de gloria

Por Carlos Travaglini
Dedicatorias, gritos, celebraciones, fuegos artificiales, saltos y mucho cotillón, del más colorido y llamativo con el azul y el blanco como colores preponderantes. Campeón. La palabra tan deseada que se disfruta a pleno cuando se la expresa con el convencimiento de que uno es realmente el dueño de ella. Así fue, en una síntesis que no alcanza para reflejar tanta pasión desatada, el corolario que los hinchas de Vélez le dieron al campeonato en su casa.
El desahogo, después de tan irregular y conversado torneo Clausura, debía llegar cuanto antes. Vélez no quiso dejar pasar la oportunidad de celebrar no bien los números lo decretasen como el nuevo monarca y por ello la gente se fue agolpando desde temprano en la confitería del club.
Desde la TV llegaban las imágenes del choque entre Lanús y Argentinos Juniors, y los hinchas del conjunto de Liniers, ya con el 2-0 frente a Huracán en el bolsillo, sólo quedaron a la espera de una mano que pudiera darles el conjunto de la Paternal para liquidar el pleito de modo numérico y definitivamente.
Claro, a medida que los minutos se consumían con la victoria visitante que iba cobrando cuerpo, muchos se fueron entusiasmando y acercándose con la casaca colocada. O un gorro, o una bufanda. Todo sirvió para alentar como no pudo hacerse unas horas antes, cuando en el estadio Tomás A. Ducó no se dejó ingresar a la parcialidad velezana por el decreto de jugar a puertas cerradas.
El final en el sur del Gran Buenos Aires le dio vía libre a la explosión, a la locura. Y ésta hizo eco en las tribunas de la cancha, sobre la avenida Juan B. Justo y en el resto del barrio de Liniers. La tan controvertida pirotecnia apareció en las afueras del estadio mientras adentro se multiplicaban los gritos por el octavo título
nacional. La vitrina que contiene los trofeos ganados por la entidad y el vitral que muestra una gigantografía con los campeones intercontinentales de 1994 fueron los sitios elegidos por la mayoría de los hinchas para retratarse durante los festejos, en medio de tanta fiebre triunfalista.
Los insultos contra la AFA, dentro del clima festivo, no se hicieron esperar, pues la mayoría entiende que pese al logro, el club fue castigado excesivamente con la quita de la localía en la Libertadores y la prohibición para su gente de presenciar uno de los cotejos decisivos como fue el de ayer.
En tanto, en la concentración de la Villa Olímpica y mientras esperaban ser trasladados en un micro hasta el
estadio José Amalfitani, con varios simpatizantes infiltrados, el cuerpo técnico, familiares y empleados del club, los futbolistas arrancaron su festejo con coloridos gorros de cotillón, cornetas, espuma de carnaval y luciendo una camiseta con la inscripción "Campeón 2011" en la espalda.
Después, la impaciente espera para ver a los artífices del logro empezó a darle lugar a incumplidas promesas de que los jugadores "saldrán en unos minutos, nomás", según se escuchaba por los altoparlantes una y otra vez. Finalmente, alguien pareció sincerarse: "El plantel está en General Paz y Juan B. Justo camino a nuestro estadio". A partir de entonces, no se pudo contener a la gente, que a través de los esquineros comenzó a invadir el campo de juego.
Ésa fue otra batalla. Se avisó que si la invasión continuaba, los futbolistas no iban a salir a la cancha. Ni esa posibilidad de frustración de fiesta paró a la gente. Y no quedó otra: en medio del "Dale campeón", uno a uno los jugadores fueron tratando de mostrarse en el césped, sin libertad de movimientos por la multitud que había copado el lugar. A los pocos minutos, todos estaban siendo llevados en andas y, con sombreros al tono, se sumaron a los cánticos de los hinchas.
Ricky Álvarez llevaba una réplica de cartón de una copa y el director técnico Ricardo Gareca era el más apretujado" por el fervor de la gente que pasadas las 23, ya había recorrido todo el repertorio de las habituales canciones.
El momento soñado, en el lugar más querido, con los amigos de siempre y los compañeros de cada fin de semana en las tribunas de cada cancha. Vélez tuvo su noche de fiesta. Debió ser de día si, como se pregona, los candidatos al título jugasen todos a la misma hora. Pero a esta altura, poco les debe importar. Desde los más viejos socios con lágrimas empapando su noche de gloria hasta ese perrito vestido con un
"suéter" con la V azulada, se unieron en la interminable celebración, ese desahogo tan esperado.

  • Por Twitter, el saludo del Checho Batista
    "Quiero felicitar a Gareca, a los jugadores y a toda la gente de Vélez por este nuevo campeonato que han logrado", dijo a través de la red social Twitter, el DT del seleccionado argentino Sergio "Checho" Batista.
 

PEREZ CREE QUE BATIERON A UN SISTEMA ORGANIZADO 

Aunque estaba eufórico por la conquista, el arquitecto Antonio Pérez, ex presidente de Vélez, no ahorró munición gruesa contra lo que él creyó injusto en el manejo de ciertas decisiones políticas de la AFA: "Contra
todo el sistema organizado para cagarnos, Vélez salió campeón. Semana tras semana nos fueron corriendo el arco. Primero nos mandaron a jugar por la Libertadores a la cancha de Boca contra Libertad de Paraguay por un lío contra San Lorenzo afuera del estadio, y ahora nos mandaron al 'matadero' sin nuestra gente por un tema con el que nosotros no tuvimos nada que ver. Para colmo, cuando el martes el presidente de la AFA recibió al presidente de Lanús, no quiso recibir a la gente de Vélez", dijo Pérez en el medio de la celebración. (cancha llena)