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Schoklender: la mujer de Moreno intervino en los primeros pasos de la constructora Meldorek

Marta Cascales prestó fe pública a la constitución de la constructora en 2003, cuando la crearon dos jubiladas; hoy, el 90% de la firma es del ex apoderado de Madres

Por Lucrecia Bullrich
De la Redacción de lanacion.com
lbullrich@lanacion.com.ar | @lbullrich
La mujer del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, actuó en 2003 como escribana en la constitución de Meldorek S.A., la firma que desde febrero del año pasado tiene como principal accionista a Sergio Schoklender y un capital millonario que incluye dos aviones privados y un yate. La empresa está además involucrada con las viviendas sociales que las Madres de Plaza de Mayo construyen con fondos estatales.
El 4 de junio de 2003, Marta Cascales convalidó el estatuto social de la empresa creada por Noemí Raquel Averza, entonces de 76 años e Inmaculada Concepción Fazio, de 63 para importar y vender electrodomésticos. La firma quedó entonces registrada con 12.000 pesos de capital.
La participación de la mujer de Moreno en los primeros pasos de Meldorek aparece en un documento posterior: la escritura pública que en febrero de 2010 convirtió a Schoklender en el dueño del 90 por ciento de las acciones de la constructora. Esa acta está firmada por el escribano Sebastián Reynolds.
Allí se consigna que, entre los documentos presentados por el presidente de Meldorek, Alejandro Gotkin, para cambiar la composición del directorio de la firma y el reparto de acciones en 2010, figura el estatuto social de la constructora, firmado por Cascales en 2003.

Marta Cascales prestó fe pública a la constitución de la constructora en 2003, cuando la crearon dos jubiladas; hoy, el 90% de la firma es del ex apoderado de Madres
 
Tal como informó LA NACION en su edición de ayer, en la escritura de febrero de 2010 Schoklender figura como titular de 2.087.224 acciones, equivalentes a 2.087.224 pesos (el 90 por ciento del total), mientras que el 10 por ciento restante, 231.913 acciones, que valen un peso cada una, están en poder de Gustavo Serventich, el piloto particular de Schoklender.
El crecimiento de Meldorek. En los últimos ocho años Meldorek S.A. registró un crecimiento millonario, del que LA NACION también informó ayer. Menos de 20 días después de haber registrado Meldorek, Averza y Fazio vendieron la empresa. Fue el 23 de junio de 2003. En los papeles, el nuevo presidente fue Daniel Laurenti, un empleado bancario, y el director Oscar Gabriel Castillo, un cuentapropista vinculado a la construcción, los fletes y la venta de semillas, que ganaba menos de 20.000 pesos al año, según la AFIP.
A pesar de la ajustada situación económica que declararon, en poco tiempo Laurenti y Castillo registraron un significativo aumento del capital de Meldorek: el 6 de diciembre de 2006, el patrimonio pasó de $ 12.000 pesos a $ 2.022.000.
Detrás de los cambios sociales y los domicilios declarados ante los escribanos que refrendaron cada acto, el verdadero dueño de la empresa era un financista de la City, quien puso a nombre de Meldorek una propiedad y dos aviones: un Pipper PA-31T Cheyenne II matrícula LV-MNR y un Cessna Citation.
Fue a través del piloto de uno de esos aviones, Gustavo Serventich, que Schoklender compró Meldorek al financista, en 2010.
Construcción. De los activos de Meldorek, Schoklender sólo estaba interesado en los aviones, indicaron los viejos dueños de la empresa. Por esa razón, el 9 de octubre de 2009, Meldorek separó de su patrimonio la propiedad de $ 1.785.276,87 y la entregó a Gorlac SA, según quedó registrado en el Boletín Oficial bonaerense, el 24 de noviembre de 2009. Meldorek quedó con un patrimonio total de 2,3 millones de pesos, lista para ser vendida.
Hasta ese entonces, Meldorek nunca había estado vinculada con la construcción, indicaron sus viejos dueños. Fue con la llegada de Schoklender que empezó a construir paneles para viviendas sociales, los mismos que luego serían utilizados en las casas de la Fundación, construídas con fondos nacionales. Schoklender era empleado de las Madres, dirigía el programa de construcción Sueños Compartidos y era el director y principal accionista de la empresa contratada. (la nacion)