Conocer cómo, por qué y de qué manera se pueden prevenir las várices ayuda a lograr que las piernas estén sanas y se vean agradables.
Las várices son dilataciones venosas que tienen como característica la incapacidad de establecer un retorno eficaz de la sangre al corazón.
Las venas, para lograr ese cometido, deben luchar contra la fuerza de la gravedad, principalmente cuando se está de pie. Para eso, están dotadas de múltiples mecanismos de compensación que las transforma en verdaderos “pequeños corazones periféricos”.
Cuando éstos fallan, se instala la insuficiencia venosa, que es lo que en definitiva da origen al problema. Se forman cuando las válvulas venosas no cierran bien, entonces la sangre comienza a acumularse en las venas, éstas se ensanchan, se dilatan y se vuelven tortuosas, factores que provocan problemas de circulación que pueden ser muy perjudiciales para la salud, además generar una imagen antiestética.
Uno de los factores que pueden contribuir a la formación de varices es la predisposición genética. Por lo que las mujeres con antecedentes familiares deben acudir al especialista en cuanto noten el más ínfimo síntoma, ya que los trastornos circulatorios pueden degenerar en serios problemas.
Más allá de lo estrictamente genético, también hay distintos factores que aceleran y agravan la formación de várices: usar ropa demasiada ajustada, tener una dieta inadecuada, la utilización de anticonceptivos orales, el embarazo, tener una vida sedentaria, la obesidad, tratamientos con terapias hormonales, estreñimiento, cambios bruscos de peso, pasar mucho tiempo de pie o sentado, el calor directo en las piernas de las estufas.
Aunque los síntomas dependen de cada persona, en las manifestaciones pueden identificarse algunos signos que son denominador común en todos los casos, como dolor de piernas y pesadez; sensación de quemazón y hormigueo en las piernas al permanecer un tiempo prolongado sentado o de pie, sin hacer movimientos; calambres y escozor en las zonas que tienen várices, hinchazón y edemas, venas agrandadas y visibles debajo de la piel.